Una organización holocrática es una estructura organizacional basada en un modelo descentralizado y autogestionado. En lugar de depender de una jerarquía tradicional con niveles de supervisión y autoridad, la holocracia distribuye el poder de toma de decisiones a través de la organización, permitiendo que los equipos y los individuos se autogestionen y trabajen de manera más autónoma. Este tipo de organización es especialmente popular entre empresas que valoran la agilidad, la innovación y la capacidad de adaptarse rápidamente a cambios en el entorno.
Características principales de una organización holocrática:
Distribución del poder: En lugar de tener un CEO o un equipo de alta dirección que toma todas las decisiones importantes, la holocracia distribuye la autoridad de toma de decisiones entre los equipos y roles definidos dentro de la organización.
Roles en lugar de títulos: En lugar de posiciones tradicionales como "Gerente" o "Director", en una organización holocrática, los empleados ocupan múltiples roles que definen sus responsabilidades. Estos roles son dinámicos y pueden cambiar según las necesidades de la organización.
Círculos: La estructura se organiza en "círculos", que son grupos de personas que se auto-organizan para cumplir con un propósito o una función específica. Los círculos están interconectados y cada uno tiene su propio conjunto de roles y responsabilidades, pero todos contribuyen al propósito general de la organización.
Autogestión: Los individuos y los equipos tienen la autonomía para tomar decisiones en sus áreas de responsabilidad sin necesidad de aprobación jerárquica. Esto fomenta la innovación y la responsabilidad personal.
Gobernanza dinámica: En lugar de reglas y procesos rígidos, la holocracia utiliza un sistema de gobernanza en el que los equipos pueden modificar y adaptar los procesos según sea necesario. Las decisiones de gobernanza se toman en reuniones regulares donde los miembros de un círculo pueden proponer cambios y discutir cómo mejorar la organización.
Transparencia: Toda la información sobre roles, responsabilidades, decisiones y procesos es accesible para todos los miembros de la organización. Esto asegura que todos estén alineados y puedan contribuir al éxito de la organización.
Propósito evolutivo: La holocracia se basa en la idea de que la organización es un organismo vivo que evoluciona con el tiempo. El propósito de la organización no es fijo, sino que se adapta y cambia a medida que el entorno lo requiere.
Responsabilidad distribuida: Cada miembro de la organización es responsable de sus roles y tiene la capacidad de influir en la dirección de la empresa a través de su participación en los círculos.
En resumen, una organización holocrática es una estructura que elimina la jerarquía tradicional, promoviendo la autogestión y la flexibilidad. Es ideal para organizaciones que buscan un entorno dinámico donde la innovación y la adaptabilidad sean prioridades clave.